1 de marzo de 2016
Hoy es el Día de la Cero Discriminación, proclamado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. En México, un país más de morenitos que de güeritos, de las más de mil 400 quejas de exclusión que registró la Conapred, el mayor porcentaje ocurrió a causa de la apariencia física y luego contra personas con discapacidad.
Organismos nacionales e internacionales de derechos humanos han remarcado en esta fecha su rechazo total a toda forma de exclusión, discriminación, racismo, xenofobia o intolerancia abierta o sutil, como una clara forma de violación a los derechos fundamentales que sufren algunas minorías.
En el caso de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el organismo nacional subraya que los casos de discriminación que se presentan en nuestro país afectan de manera severa los derechos básicos de las personas.
De ahí, la importancia de la vigencia de las normas legales y que las prácticas sociales respetuosas de la legalidad hagan a un lado cualquier tipo de actos que tengan contenidos discriminatorios, y que éstas se difunden efectivamente en todos los órdenes de la vida.
A la par de la difusión sobre los derechos humanos fundamentales, es menester hacer exigible el derecho a la no discriminación en favor de la protección de los grupos vulnerables y en general, de la población, pero también, los tiempos actuales reclaman acciones correctivas ejemplares de ahí la necesidad de impulsar la cultura de la denuncia de esos casos.
Se trata pues de que los responsables de los actos de discriminación no queden impunes y más aun tratándose de servidores públicos obligados a mantener determinadas actitudes en el servicio.
En el 2015, de las más de mil quejas por discriminación que se presentaron en México, 536 fueron cometidas por servidores públicos, según datos del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.
La CNDH ha alertado sobre distintas formas de discriminación que están presentes en casi todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, muchas de las cuales, desgraciadamente, se perciben como normales.
Son esos actos a los que se debe de presentar una mayor atención y una vigilancia permanente por parte de las instituciones gubernamentales, los organismo públicos de defensa y protección de los derechos humanos, organizaciones de la sociedad civil y comunidad académica, para realizar trabajos de denuncia, correctivos, educativos y de divulgación en general, que permitan superar dichas conductas y actitudes que dañan la convivencia y el tejido social.
Las estadísticas actuales de casos, denunciados y no, obligan también a la revisión a fondo de las estrategias y acciones implementadas hasta hoy, pues prevalece un sinnúmero de personas que son víctimas de racismo, discriminación racial, xenofobia y otras formas conexas de intolerancia.
De las mil 493 quejas que atendió la Conapred el año pasado, el 64 por ciento, es decir 957, fueron denuncias presentadas por actos cometidos por particulares, mientras que 36 por ciento (536), fueron actos discriminatorios cometidos por servidores públicos.
Durante ese año, las quejas por actos discriminatorios aumentaron un 17 por ciento; de ellas, 182 denuncias presentadas contra particulares fueron por discriminación por apariencia física; 169, discapacidad; 115, embarazo; 100 por la condición de salud y 98 por preferencia u orientación sexual.Así las cosas.
COMENTARIOS
Como podemos ver en México y en el mundo la desigualdad y discriminación va en aumento día con día. Afortunadamente hay leyes que se siguen reformando día con día para seguir frenando la discriminación y organismos como la Conapred (Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación) nos ayudaran a mitigar los efectos de esta. Lo que es triste es escuchar que la mayor parte de las quejas de discriminación ha sido por servidores públicos. ¿Quién nos gobierna? En verdad deseo que estas cifras disminuyan con las reformas a las leyes y la creación de organismos como la Conapred.
Griselda Espinoza
GRISELDA ESPINOZA
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